domingo, 11 de septiembre de 2011

con Él ...

Bien la cosa comieza asi: en luna nueva, era de noche yo caminaba. Hacia viento en Dublin. Yo no traia abrigo. Quise descansar a los pies de un gran frondoso árbol.
El frio me hizo dormir y en sueños una silueta caminaba hacia mi. Era un hombre alto, de cabello largo y semiondulado. De ojos cansinos, frente alta y tez blanca. Me acarició una mejilla y me tapó el cuerpo con su abrigo de piel. Se fué.

Desperté y me enteré que un sueño no fué. Y aquel hombre cautivante y buen mozo yo busqué.

Oscar se llamaba y desde aquel primer encuentro se iba a convertir en el hombre que anhelaba cada tarde de otoño naranja. Creamos nuestro propio mundo ahi en Irlanda. Los albas, ocasos y anocheceres mágicos eran, cada crepúsculo con nuevos relatos que él creaba. Mis dibujos le pertenecían y cada noche, de cortina als estrellas, enloquecíamos y delirábamos. Despertar sintiendo su cálido pecho ardiendo bajo el mío era mi mayor frenesí. "Oscar" apenas podia pronunciar. Sin  darme cuenta, enamorándome de él estaba yo. Mi alma le pertenecía ya. Sus pocas palabras eran suficientes para hacer rebalsar mis oidos. Entre la fantasía y la realidad me encontraba, al no saber si verdad era o no lo que vivía mi ser. Y hasta el día de hoy, no quiero saber cual de las dos. Asi nuestros dias pasarán. Él escribe, yo dibujo, ambos en el mundo que creamos, bajo ese viejo árbol frondoso, Oscar y yo, en Dublín, Irlanda.
by Marié
P.D.: ·´¯`·. En la adolescencia el amor apesta. Espera a ser mujer y solo oleras flores y campos.·´¯`·.¸

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