viernes, 20 de marzo de 2015

El invierno va pasando, la primavera va llegando.


Y si es verdad que las cosas han mejorado y que tu buen humor es sincero, tan solo me dejaré llevar por lo que me haces sentir y daré por hecho que estamos bien.

Así ya me siento mejor, vuelvo a pisar tierra y a retomar mis actividades con normalidad.

Solo quiero que sepas que todas las decisiones que tomamos son las que nos trajeron hasta aquí, hasta el habernos conocido, el haber sido protagonistas en cada momento que pasamos y el enmarcar cada risa en el aire como un trofeo en honor a los mejores días de nuestras vidas.

Te conocí y eso es lo más valioso que rescato. Pero algo nunca va a cambiar y es el que no dejarás nunca de ser una de las personas más importantes para mí.

Por siempre atesoraré muy muy en el fondo de mi ser, en ese cálido rinconcito de mi rebozante existencia, una imagen tuya haciéndome la chica más feliz del mundo por unas horas, las suficientes que pasamos en aquel conocido lugar que siempre recordaremos con tanto cariño.

Tal vez nuestros futuros se eleven en direcciones distintas y lejanas, empero nada me va a alejar de ti lo suficiente como para romper con esto que construimos durante casi cuatro años.

Espero que lo logres, tal y como me dijiste, ya decidiste, ya te diste cuenta que eso era la tuyo. Estoy tan feliz de que por fin lo hayas encontrado y más orgullosa de ti estaré si al final de nuestras juventudes nos seguimos reuniendo y aquella gran sonrisa sigue iluminando tu expresión en respuesta a que hiciste otra buena decisión. 

Esto no acaba aquí. Tú y yo aún tenemos mucho por hacer, como diría nuestro maestro Vallejo. No lo defraudemos.

Siempre estaré ahí :)










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