Para cuando llegues

Oye, te extraño ¿sabes? 

Cuando suelo sentarme a leer a solas en aquel lugar tan concurrido no dejo de pensar lo distinto que harías mi mundo en aquel espacio de tiempo si tan solo estuvieras ahí.

Yo sé que pasamos por muchas cosas y que el cansancio llegó a ti.

Sucede que no quiero seguir aspirando soledad en mis tardes de miércoles. Sucede que quiero que llegues hasta donde yo estoy y me inventes mil excusas para crear la curva de diferencia entre la soledad y la tristeza, esa que llamamos sonrisa.

Te quiero a mi lado para hacerme sentir mejor en medio de ese día tan de miércoles, donde mis almuerzos no tienen sabor y mis pisadas no tienen dirección.

Ya me prometiste que lo lograrías porque te esforzarías para llegar aquí, donde te sigo y seguiré esperando yo. Eso me hace sentir menos miserable. Esperaré por ti. Es más, te ayudaré a llegar aquí.

Vale decir que me sigue gustando vagabundear por este lugar lleno de espacios aislados y recónditos, por donde mis recuerdos junto a ti empiezan a cobrar vida y te invoco en medio de los momentos filin para que no tardes en llegar. Mis recuerdos se deslizan por cada espacio que tú esperas poder llegar a pisar algún día. Mis pies recorren por ti. 

Terminan mis días y sigo caminando a solas. Nada es lo mismo que cuando te veía cada día.

A veces, para cuando la tarde agoniza y la luna nos espía, camino por la pista y mi visión se enreda con las luces de los carros, creando sombras. Las personas solo son sombras. No logro ver más. Bajo la mirada y los extraños pasan por mi lado; yo estoy asustada. 

¿Por qué no estás aquí?

Si tan solo tú no hubieras tropezado aquel domingo... 

Me encuentro desmotivada, los fantasmas me visitan más seguido. Estoy cansada y solo quiero que me lluevan las excusas para dormir un poco más.

Motívame, por favor. Dime que te falta poco. Que sí llegarás a mí.

Para cuando ese día llegue dejaré de ver sombras, los fantasmas volverán a sus criptas, dejaré de sentirme miserable, las soledades de miércoles terminarán y mis pisadas tendrán acompañamiento.

El tiempo perdido tendrá sentido para cuando llegues.