sábado, 10 de mayo de 2014

Gracias

A veces en las noches, me niego a ceder a las inquietudes que me atormentan y paso a cerrar mis ojos y evitar ser la niña pensadora que filosofaba de sus experiencias acontecidas durante todo ese día, mientras miraba hacia el techo de la vacía y oscura habitación que decidí cerrar con seguro cada noche de mi vida.

Ya no quiero pensar en si lo que hice estuvo bien, estuvo pésimo o pudo ser peor. Ni siquiera las fuerzas me acompañan y tiendo a abandonar mi cuerpo en aquella acogedora cama y tibias colchas y mientras busco la posición correcta para descansar lo único que se escucha en mi cabeza es 'mañana me toca este curso, ya terminé el trabajo, mañana me quedo todo el día en la u, mañana debo preguntarle esto a tal compañero'. Eso. Y cero ideas como las de antes.

Ya no escribo.

Una vez, durante el tercer día de clases si no me equivoco, intenté continuar un fragmento que había empezado a escribir días antes del inicio de clases. Durante el receso de la clase de Metodología, que es de turno noche, hojeé mi cuaderno y vi el la última hoja ese fragmento que dejé inconcluso. Releí lo que había escrito y de la nada esa cosita deliciosa llamada 'inspiración' regresó a mí, la sentí tan viva nuevamente. Cogí el lápiz y ayudó el hecho de que esté en una de las carpetas del fondo y mis amigas estén hablando con otro tío. Recuerdo haber llegado a escribir una línea aproximadamente completa cuando una de mis amigas se giró hacia mí y me comentó algo y perdí la conexión. Ni siquiera me molesté, simplemente dejé de prestarle atención a las ideas que tenía en la cabeza para con mi escritura, cerré el cuaderno y me puse a hablar con ellas y con el otro tío. Se reanudó la clase y no volví a ver la última hoja de mi cuaderno.

Hay momentos en los que siento temor y náuseas. Cualquier asunto puede ocurrir mañana y me tomará desprevenida. Lo improvisado no es mi estilo, a menos que no sea en el contexto teatral, no me gusta.

Veo rostros que se empeñan en restregarme en la cara que me arrepentiré de haber llegado hasta aquí. Son muchos y yo solo una.

La verdad es que sí me interesa. Aún sigo trabajando para que no me afecte. Pero quién sabe.

¿En algún ataque de sinceridad seré capaz de confesarles que no puedo hacerlo? ¿O que ya no quiero continuar? No soy una pitonisa pero por este presente puedo decir que todavía sigo bien. Mi esfuerzo recién calienta motores (qué cliché) y sé que no he demostrado todo mi potencial.

Supongo que esto es lo que dicen todos y todas que recién empiezan en algo. Y conforme pasan los días, meses, el límite se les avecina y solo pueden atisbar dos caminos: el que lleva a la línea de partida para empezar distinto o el del precipicio para nunca más vivirlo de nuevo.

Como sea, no voy a negar que extraño la típica vida semibohemia que tenía hace dos semanas y que abandoné por deseo propio.

Hace ocho días estoy limpia de humo y no lo extraño, solo a eso no.

No me da jaqueca y es buena señal. Hace un par de noches tuve parálisis del sueño y es mala señal. Hoy desperté y sí recordaba, luego de muchos días, lo que había soñado y es buena señal.

Lo que soñé hoy, de entre todos mis sueños, no debí recordarlo. Anyway.

Hoy a las 8:00pm., en uno de mis programas radiales favoritos, el conductor, el cual es un parapsicólogo reconocido, va a tratar el tema, como quién exclamaría 'MAKTUB', de los íncubos, súcubos y entes malignos que nos visitan durante nuestro trance onírico. Triste realidad, yo viví y vivo eso. Así algunos lo vean subjetivo, irrelevante, a mí me sucede y por suerte ya no tan seguido.

Y es que es horrible y me sucede en momentos en los que estoy estresada y demasiado ocupada como para caer en la cuenta que debo defenderme y sé cómo hacerlo y luego no puedo. Al día siguiente estoy hecha una masa de quejas, ojeras y mal humor, con el cuerpo desprovisto de energía y las articulaciones matándome, pidiéndome dormir más. Es uno de los asuntos que temo que me suceda en el futuro. Uno de los mucho otros.

Si tú que estás leyendo esto quieres consejos para librarte de la parálisis del sueño mientras te está ocurriendo, yo te los doy amiguito/a; me sirvió de mucho realizar esa técnica hace dos noches que me pasó.

Cambiando de área, el lunes pasado en Sociología se comentó el tema del cambio a partir de la universidad.

Me sentí tocada pues me está ocurriendo, aunque ese famoso 'destete' hace rato, pero con respecto a las amistades siento que lo estoy viviendo.

Mi tiempo es prestado, ¿saben?. Y no me dan mucho como para presumir.

Y estoy pensando en aplazar la lectura de los libros que adquirí el sábado pasado, al menos hasta luego de mis primeros parciales ;_____________________; , pues ya me di cuenta que los malabares con libros de Historia, Sociología, Intros, Vargas Llosa, John Green, Abzurdah no salen bien.


Empecé la entrada con reflexiones y recién me doy cuenta que hace casi un mes que no vengo por acá. Debería venir a reflexionar por aquí más seguido, me hace bien, alivia el vago espíritu, sana el pensamiento herido, refugia la conciencia prófuga.

Gracias.






1 comentario:

  1. Me sentí muy identificada con tu entrada... la universidad quita bastante tiempo y los ratos libres que tengo me pongo a pensar en textos y trabajos que tengo que hacer...
    Espero que logres sobrellevar de buena manera esa carga que no colapses :/
    Saludos~

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