viernes, 12 de enero de 2018

cuando era muy niña, tal vez seis o siete años, gracias a una lámina que vi para el colegio, conocí lo que era conceptualmente la paz. Recuerdo que era una lámina con distintas figuras que referían todas al significado de la paz. Incluso mostraban una paloma blanca con un laurel en su pico. Esa imagen es la que más recuerdo y se quedó grabada en mis recuerdos hasta el día de hoy.

Hasta entonces, no era consciente de lo relevante que era el tema de la paz para la humanidad. Pero hoy en día sigo rememorando esa imagen y esos significados en torno a la paz, tratando de hallar coherencia a lo que veo frente a lo que persigo. ¿O perseguimos?

¿Hay ahí afuera más personas que piensen como yo?







No es odio, no es pasar todo lo logrado por donde se te dé la reverenda gana. Nada de eso es mi verdad. Es solo que en una sociedad que no puede gozar de lo mejor de uno, es necesario que se mantenga el orden para ellos. Para los que sobrepasan lo correcto y hacen daño.

Solo quisiera que todo cambiara, que todo se transformara para bien. Que algún día aquella lámina que leí pueda darse por hecho. Pero ves una y otra vez lo que sucede con las personas a las que tienes que confiar todo el futuro de tu sociedad y simplemente te preguntas ¿por qué?

Ya ni siquiera sirve indignarte o salir a alzar tu voz de protesta. Ellos se zurran en ti. Nada de ti está bien para ellos.







Llega un punto en el que estás cansado y solo quieres que esto acabe. No confías en nadie y nadie merece que le deposites tu voto de confianza. ¿Qué haces en situaciones así? No hay escapatoria y si existe, esta se encuentra tan desenfocada, lejos de ti, alejada por ellos.

A veces me quedo pensando, qué tal si... o qué tal si... no, nada de ello les sirve. ¿Para qué entras al juego? En su mayoría ellos solo velarán por sus propios intereses y dejarán lo poco que queda para hacer algo por ti. No dan el mayor esfuerzo en hacer realidad una nueva realidad.

Millones de monedas y millones de olvidados.








Tu sistema no puede ser tan malo, es tu gente la que está mal. Promueve la separación, la indignación, el egoísmo, la especulación. Las opiniones de muchos "enemigos" se forman precisamente porque no muestras lo contrario.








Me duele. Puede ser peor. Porque a medida que a uno le van pasando los años, comprende más. Tengo miedo de comprender mucho más. La sociedad no es lo que de niños vivimos en el aula de clases con la profesora enseñándote los valores. La sociedad sobrepasa eso y te das un gran choque cuando menos te lo esperas. Ya no creas en lo que te dicen, dicen. Saca tus propias conclusiones cuando termines de leer o de prestar atención, dicen.

Por último, ve, sal y sigue lo que estás por empezar. No tengas miedo y lo harás estupendo. La paz no puede ser mundial y tal vez se haya vuelto un privilegio, pero esta existe y puede llegar a más. Tal vez no cambies el mundo, pero cambiarás su mundo, dicen.







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