viernes, 22 de septiembre de 2017

{m e t á f o r a s i n m a l i c i a}

Los hombrecillos de blanco que todo lo alivian. Cómo desearía que acudieran a mí con tanta rapidez. Que tomen el camino del tobogán y se deslicen por él hasta conseguir llegar a lo más profundo, atravesando cada rincón que deban y terminen en mi lugar. Porque los necesito para que me ayuden con este dolor. 

Esos hombrecillos de blanco nunca fallan. ¿Por qué no han llegado aún? Los necesito.

¿Debería ir a buscarlos? Me parece haber visto a unos por ahí. Pero debo ser cuidadosa al elegirlos. Porque si elijo mal, cualquiera puede tomarme y llevarme lejos, allá donde no habrá más necesidad de ellos, allá donde el dolor ya no los llama. 

Yo no debo llegar tan lejos.





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