domingo, 13 de enero de 2013

The farewell

Ya no me preguntes por mi personalidad anarquista. Creo que después de lo ocurrido ayer está más que dicho que siempre sentiré odio hacia ti.
Eres despreciable. Una persona que hace lo que tú haces es despreciable y de cobardes. Te sientes fuerte y poderoso. Señor, no se da cuenta de que sin esa mujer no hubiera vivido todos esos momentos que disfrutó. Porque ella fue la que le dió a los hijos que tiene y dice querer hoy en día.
Detesto que se crea superior a mi madre. Usted no le llega ni a las plantas de los pies. Ella es más fuerte, puedo asegurar hasta más hombre que usted, así es, porque después de decirle lo que le dijo dudo mucho que pueda hacerse llamar hombre.
Yo fui una idiota al creer que todo estaba bien como estaba.  No, no está bien, nada está bien. Y digo todo lo que me sale del alma ahora mismo que me siento capaz de sacarlo de mi pecho, porque ya no quiero pasar por alto esto, porque ya no quiero perdonarlo, porque usted nunca será mi padre.
Llevar tu sangre, tus aspectos físicos, tu actitud y tu apellido será lo que me cause náuseas.
Nadie puede hacerle eso a mi madre y mucho menos alguien de tu calaña. No mereces sus lágrimas. Y ten por seguro que si ella se va yo me iré con ella, te olvidarás de mí si quieres olvidarte de ella. No sabrás nada de mí si eso es lo que quieres. Si ese es tu puto deseo.
Es que ya me cansé de tanta mariconada, de tanta mierda y de tanto machismo. No eres quien te crees. Nunca lo serías. No después de lo que hiciste.
Crees que me duele lo que está pasando? Error, no me duele lo que está pasando, por mí estaría bien si me alejo de ti por fin y si ella se aleja de ti por fin, lo único que me duele es ver que mi madre esté así. No lloraré por separarme de ti si algún día el destino me premia con eso, yo jamás me pondría mal por ti. Porque ese resentimiento albergado en mí crece cada día más con tus actos. Hay veces que no entiendo como alguien tan especial como mi madre te pudo escoger como pareja. Ahora lo haces ver como el mayor error de su vida.
Las lágrimas no se perdonan. Debiste alejarte de ella, debiste haberla dejado continuar con sus estudios, debiste haberla dejado sobresalir por su cuenta, ella tenía para lograr grandes cosas. Pero tú llegaste y le jodiste la vida. Interrumpiste el destino, y eso es terrible.
Todos los días de tu triste vida lo lamentarás. Y déjame decirte algo más... Yo no estaré aquí para que me veas triunfar. Compartiré mis triunfos con la persona que más amo en este mundo y sobre todo, que ella también me ama. Mi madre, la única.




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